viernes, 30 de marzo de 2007

Troya

El viernes pasado estaba en casa tirado, emocionado porque había llegado el gran día. Después de que Tv3 (Televisió de Catalunya) Nos hubiese bombardeado durante semanas con anuncios de la gran perla cinematográfica que nos preparaba a los catalanes para el viernes 23 de marzo, estaba a punto de empezar La Película.

Después de constatar que tendría que comerme el mediocre doblaje en catalán realizado por los mismos actores que han salido 40 veces en todos los culebrones televisivos de nuestra televisión autonómica, ingiero un bocado de palomitas. Nada más empezar, la peli nos muestra la cara de tocho de Bad Pitt y su rictus facial que no cambiará en toda la puta peli. Incluso al final, cuando lo matan (Si no conocíais el final os jodéis, porque cualquier persona con un mínimo de cultura general lo conoce) clavándole 75 flechas su jeto permanece invariable. Tiene más expresividad la taza del váter de Trainspotting que su cara. Ya sabemos que es un megasuperhéroe de la eternidad divina y los dioses de los cojones, pero ya que lo matan no estaría de más un poco de sobreactuación. Digamos que el bueno de Brad no está a la altura de su interpretación en Babel, precisamente. Pero todo eso no importa, porque el 99% de las niñas/chicas/mujeres que vayan a ver el film dirán que es “una pasadaaaaaaa, Brad Pitt está buenísimooo!!! :P” El 1% restante corresponde a las que tienen algún tipo de retraso o malformación cerebral y que por razones obvias y que no entraré a valorar no han visto la película.

Si tenéis la ocasión de ver ese derroche de millones de dólares bien aprovechados, fijaos en los decorados de la ciudad de Troya propiamente dicha, en sus paredes de cartón piedra, en sus planchas de porex pan del Leroy Merlín, pero sobretodo en la indumentaria de los soldados. No me voy a meter de si los griegos llevaban o no minifalda como Aquiles en la peli, entiendo perfectamente que con lo que cobró Brad tenia que lucir su depilación integral, pero dudo que llevaran armaduras y cascos de goma. Y me explico. Fijaros en las armaduras, pero sobretodo fijaros en los cascos. Son la mayor mierda de la historia del cine. Al responsable de atrezzo de la película tendrían que fusilarlo. Luego la gente se caga en todo porque pasan Ben Hur cada año por la semana santa de los huevos, pero al menos no hace el ridículo de esa forma tan patética.

Entonces, Héctor se quita el casco, doblándose la parte de éste que protege la nariz, demostrando la calidad de la herrería troyana, y lo lanza al yermo suelo. Al pegar en la fina arena del mismo, se oye el golpe metálico que parece grabado metiéndole una ostia en la cabeza con una lata vacía de Fabada Litoral a Silvester Stallone.

Y luego viene la mejor escena de lucha que he visto en mi vida. Atrás quedan Jackie Chan, Steven Seagal, Jean-Claude Van Damme… o algunos fragmentos de Tigre y Dragón, The Matrix, ESDLA, Bruce Lee.. nada, nada. Todo eso es mierda ante la destreza con las armas de Hector y Aquiles. Parecen dos reumáticos haciendo yoga en lugar de dos soldados luchando a muerte.

Si, parece mentira después de lo que os hemos contado, pero esta película no ganó un puto premio. De los importantes me refiero. Quizás gano el premio de la semana fantástica de Estepona, pero no vamos a indagar en la mierda para saberlo. También fue un fracaso en crítica y taquilla. Esto último no tengo ni idea, pero me lo imagino dada la calidad de la película. Aunque, oiga, viendo el encefalograma plano de una gran parte de la población igual fue un exitazo. Ustedes, por si acaso, no la vean. Nunca.

PD: Sacad vuestras propias conclusiones aquí

Por Troicelot y Nemesis

1 comentario:

Anónimo dijo...

grande.no puk dir res mes